Por qué soy fan del pop 2010-12 (más allá de la nostalgia)

Durante mucho tiempo pensé (quizá de manera errónea, según la sociología) que la triada 2010-2011-2012 había sido una suerte de «años bisagra». Algo así como un antes y un después en la música pop.

En ese período me encontraba viviendo mi plena entrada a la adolescencia, así que es obvio e innegable que esta afirmación que durante mucho tiempo he defendido a capa y espada, se encuentra influenciada por el factor nostalgia.

Y a pesar de que yo misma soy defensora de que la nostalgia no es sinónimo de «mayor calidad», aquí no vengo a contradecirme, porque no pretendo plantear que el pop de esa época haya sido mejor o peor. Sólo quiero resaltar lo que desde mi perspectiva, fue lo que decidí muy personalmente denominar como la Generación 977 en honor a la emisora que escuchaba en esa época con los hits gringos del momento: la 977 The Hitz Channel, y que sería algo así como la generación que estaba entre medio de la ahora a veces llamada «generación Tumblr»

1. Crack generacional

En mi ideario juvenil, me gustaba concebir la idea de visualizar el 2010 como un tipo de «explosión» o «big bang» en el que había aparecido mágicamente un nuevo y revolucionario grupo de artistas en la escena pop. Pero me desprendí de esa idea cuando entendí que, como casi todo en esta vida, las cosas no surgen por generación espontánea, sino que se construyen a través de procesos.

Y si bien hubo casos de debuts históricos y exitosos en ese año, con ejemplos como el de Bruno Mars (Doo-Wops & Hooligans), Kesha (Animal) o Nicki Minaj (Pink Friday); sería injusto desconocer que la consolidación de los nuevos pesos pesados de la industria habría llegado mágicamente, cuando en realidad se trataba de un trabajo que se venía arrastrando desde hace años. A partir del 2010 solo vendría la explosión.

Alguna evidencia:

Katy Perry, que debutaba el 2008 con «One of the boys«, se consolidaba el 2010 con «Teenage Dream«.

Lady Gaga debutaba el mismo año con «The Fame«, se consolidaba el 2009 con «The Fame Monster» y el 2011 alcanzaba su cumbre máxima con «Born This Way«.

Rihanna, que debutaba tímidamente el 2005, se haría históricamente conocida desde el 2008 con «Umbrella«, y de ahí despegaría de manera definitiva e irrefrenable con «Loud» (2010), «Talk That Talk» (2011) hasta «Unapologetic» (2012).

Adele debutaba el 2008 con «19«, pero explotaba el 2011 con «21«, con éxitos atemporales como «Rolling In The Deep«, «Someone like you» y «Set Fire To The Rain«.

Justin Bieber, que después de surgir como uno de los primeros fenómenos del internet, debutaba el 2009 con «My World«, y comenzaría a tomar protagonismo en la generación 977 con «My World 2.0» en el 2010, quedando definitivamente firme en la industria con «Believe» (2011).

Y como guinda de la torta, una entonces tímida Taylor Swift veía empañado su primer premio MTV VMA por «You Belong With Me» gracias a la súper atinada intervención de Kanye West en su discurso de premiación. Nada hacía presagiar que ese iba a terminar siendo el primer evento canónico de la Taylor.

2. Viejas nuevas generaciones

Ejemplos más, ejemplos menos; no se podía desconocer que algo interesante estaba pasando, y que una ola de cosas nuevas estaban surgiendo. La mayor evidencia, es que las figuras más consolidadas de la industria también buscaron la forma de entrar en la fiesta, viéndose en la situación de reinventarse musicalmente, algunas con más éxito que otras. La misma JLo lo advertía: «It’s a new generation of party people » .

Dentro de a quienes les fue muy bien, estaba definitivamente en primer lugar Britney Spears. Igual era un desafío mantenerse vigente después de tooodo lo sucedido desde el incidente del 2007. A pesar de que la era «Blackout» (2007) y «Circus» (2008) fueron períodos de buena cosecha, nunca es fácil mantener una cadena de éxitos, y la Britney lo logró con creces, tomando las absolutas riendas de ese período electro-popero con su «Femme Fatale» (2011).

Otros a quienes les fue demasiado bien, fue a los Black Eyed Peas, que de hecho terminaron cerrando ahí su ciclo de mayor vigencia, porque «The Beginning» (2010) fue el último álbum en el que participó la Fergie. De ahí el grupo desapareció, y a pesar que retornaron el 2018, sin la Fergie no volvió a ser lo mismo. Pero si de la generación 977 hablamos, no pueden quejarse de no haber sido dominadores casi absolutos de esa época, porque los Black Eyed Peas si que sonaban en todos lados, hasta en este lado del globo.

De hecho, dato anecdótico: Tiempo atrás estaba en un bar cuando empezó a sonar «Meet Me Halfway» y una de mis amigas cuando lo escuchó dijo: «mis gustos musicales eran mejores antes».

Madonna también fue una de las que intentó hacerse un espacio en el crack generacional experimentando con el sonido electro-pop naciente, pero a diferencia de los dos anteriores, lo suyo es motivo de mayor debate. «MDNA» (2012) no tuvo un éxito indiscutido, sino que más bien cuestionado. Pero independiente de los números, «Girl Gone Wild» y «Give me all your luvin‘» son canciones que se quedaron en mi playlist, junto con el solitario «Timebomb» de la Kylie Minogue, que fue otra de las veteranas que quiso entrar en la fiesta, pero con ese puro sencillo, sin álbum ni nada.

Igual lo de Kylie es curioso, porque lanzó solitariamente «Timebomb» el 2012 solo porque si, pero si se fijan, la canción cumple con todas las características que voy a mencionarles más adelante: una canción de sonido dance-pop con elementos medio electrónicos y una letra sobre bailar y pasarlo bien antes que «el tiempo se acabe».

3. Pitbull, Pitbull, Pitbull: el auge de las colaboraciones.

Yo sé que al día de hoy las colaboraciones entre artistas por fines de marketing son cosa común, especialmente en géneros como el urbano, donde el featuring es elemento casi indispensable para hacerse un espacio en la industria.

Pero aquí estamos hablando de pop. Y en este caso, quien supo sacar jugo a eso desde el 2009 fue Pitbull. Y no es que las colaboraciones no hubiesen existido desde antes, solo que Pitbull lo capitalizó en una costumbre cotidiana. Incluso al día de hoy me cuesta recordar éxitos de él en solitario, aunque si que los hay, solo que son menos en comparación a su éxito en colaboraciones.

Incluso me atrevería a decir que Pitbull formó un precedente para toda la era «mi-gente-latino» en la que estamos, con artistas gringos buscando músicos que hablen aunque sea una pizca de español para sus remix y haciéndose test de ADN con la esperanza de encontrar que su tataratatara abuela haya pasado sus vacaciones en algún país como Costa Rica para sacar un disco completo dedicado a ella, pero eso es tema para otro día.

El punto aquí es que el fenómeno Pitbull solo era el reflejo de una dinámica colaborativa que llegaba para quedarse. Hasta ese entonces, al menos para mí, era parte de mis fantasías más calientes tener oportunidad de escuchar a dos de mis artistas favoritos sacando alguna canción juntos, y esas fantasías se empezaban a volver cada vez más reales desde esos años en adelante.

Pero además de comenzar a evidenciar como mis colaboraciones soñadas se hacían realidad, también hubo otros personajes que marcaron un precedente importante gracias a este boom del featuring, ya no mirando exclusivamente la asegurada masa de dinero que ellas generarían, sino que además, con o sin querer, estaban abriendo las brechas de una nueva tendencia de sonido que se arrastra hasta el día de hoy.

4. Factor Guetta: La evangelización del EDM

Durante la generación dosmilera, existía una tendencia a reconocer a los artistas bajo determinados espectros musicales, funcionando el pop, el dance y el r&b en sus respectivas veredas por separado. Eso, hasta que los DJ’s se atrevieron a cruzar las fronteras para buscar colaboraciones con músicos y cantantes de nichos distintos.

El ejemplo más paradigmático de esto de manera indiscutida, fue David Guetta, quien terminó creando un fenómeno musical en sí mismo, desde que se cansó de tener un éxito arrollador por las Europas y decidió venir a estas latitudes para conquistar el mercado gringo.

Para lograr eso, ya se había dado cuenta de la fórmula para el éxito con su álbum «One Love«(2009) donde comenzó a coquetear en colaboraciones con artistas como Kelly Rowland, Will.i.am, Chris Willis y Akon. Así que, con los ingredientes a mano, decidió lanzarse el 2011 con «Nothing but the beat«, álbum que moldeó el sonido de las pistas de baile de la época y que a estas alturas no para de olerme a nostalgia.

Calvin Harris también fue parte del factor Guetta

Las colaboraciones de David Guetta en «Nothing but the beat» no solamente significaron un nuevo triunfo para la música dance, sino que fue un poco más allá. Popularizó la tendencia de sacar a los artistas de su zona de confort para introducirlos en ritmos más electrónicos que les permitieran ser reconocidos por un público más amplio.

El sonido del electro comenzaba a nutrirse de letras contundentes, rap y voces melódicas, desmantelando el engaño de las fronteras sonoras, y sacando ventajas recíprocas para la música EDM que se popularizaba gracias a la influencia de los colaboradores que le prestaban voz.

Por eso al día de hoy ya no es exótico ver a artistas de géneros como el pop o el urbano, jugar de vez en cuando con la electrónica. In facto, ya se volvió casi una cotidianeidad.

5. 2012, fin del mundo y despedida

Como ya les había mencionado en otra ocasión, y apropiándome de una de mis ideas favoritas planteadas por el maravilloso cerebro de David Byrne: el contexto crea la música.

Ya sé que al día de hoy las canciones de la generación Tumblr son un meme por todas las letras que giran en torno al cliché del «tOnighT in thE pArTy ClUb«, pero yo pienso que eso igual tenía su razón de ser. Quizá esto sea muy vintage para algunos, pero el 2012 llegaría el fin del mundo según el calendario Maya, y de forma consciente o inconsciente, todas nuestras vidas giraban en torno a ello, especialmente gracias a la cultura popular.

We can dance until the world ends.

Por eso es que,si tuviera que hacer un resumen de la temática principal de la música pop de esa época (guardando las excepciones), sería algo así como «enfiestémonos como jovenzuelos todo lo que podamos antes que llegue el fin del mundo«. De hecho, eso es básicamente «till the world ends» de la Britney que lo entendió todo.

Y no sé si será una percepción errónea la mía, pero siento que desde el 2013 en adelante las letras del espectro pop comenzaron a tomar otro rumbo, más que dirigido a la fiesta propiamente tal, a las relaciones sexoafectivas, autodescubrimiento, empoderamiento y otras temáticas más propias de la era woke, dejando atrás las ideas sobre el apocalipsis.

Pero antes de volver a irme por las ramas, les cuento un spoiler: al final, el fin del mundo no llegó, pero el 2012 si trajo el comienzo del fin de una era.

He de confesar que no soy muy fan de las tendencias que vinieron después de ese año (lo que probablemente se vio muy influenciado por el hecho de que yo misma en mi vida estaba pasando por un proceso de transición), y salvo contadas excepciones, mi reconciliación definitiva con el pop vino a llegar recién por el 2020 gracias al «Future Nostalgia» de la Dua Lipa, y también por la popularización de festivales como el Lollapalooza que me llevó a nutrirme más de las tendencias actuales.

Pero más allá de eso, no me podía quitar la sensación que desde el 2012 las cosas comenzaron a ebullir. Los años siguientes seguían manteniendo tintes muy propios de la generación 977, pero en definitiva ya no se iba por el mismo camino. Los sonidos comenzaban a dispersarse más, la música no era pura diversión de fiesta y la depresión más indie llegaba para quedarse con el surgimiento de figuras como Lana del Rey o Lorde.

Y no digo que la música pop después de ese período haya sido mala (¡¿es que tiene alguien acaso el derecho de hacer ese tipo de (des)calificaciones?!), porque de hecho hubo cosas muy interesantes, entretenidas y también bien bubblegum como el peak de las que buscaban dejar atrás su oscuro pasado Disney (hola Selena, Demi y Miley), el auge y caída de boybands como One Direction, la popularidad de Sia, la aparición de Sam Smith, Ed Sheeran y un montón de cosas más que no estaban mal, solo que para mi versión emo de ese entonces no tenían cabida en la banda sonora de mi vida, porque estaba muy ocupada fabricando mi identidad en el rock.

Hoy día soy capaz de entender cosas como que Bangerz (2013) fue en realidad la etapa más incomprendida de Miley Cyrus, que el período más polémico de Justin Bieber venía dado por razones más turbias que un simple episodio de rebeldía malula o que Paramore y Linkin Park no estaban cometiendo realmente ninguna blasfemia en mudar su sonido a vertientes más poperas.

Pero bueno. Quien no haya sido un adolescente prejuicioso, puede venir y lanzar la primera piedra. Lo importante es evolucionar.

Y recuerden amigos: ✨ImpOsiblE doN’T eXiSt

8 respuestas a “Por qué soy fan del pop 2010-12 (más allá de la nostalgia)

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  1. Ed Sheeran es mi pastor, espero que nunca lo funen 😂

    PD: sigo esperando el regreso de 1D y forever enamorá de Lanita 🖤, creo que hasta ahí llega el grupo de poperos que me cautivaron, pero agradezco que me sacaran un poco de mi burbuja 100% indie, excelente publicación! ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️

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    1. Es chistoso, porque Ed Sheeran me parece un tipo súper piola, y el intento de funas que he visto hacia su persona son justamente por ser demasiado piola 😂 Que disque no le pone mucho empeño en sus presentaciones en contraposición a las mujeres que arman sendos espectáculos, pero igual eso me parece una visión injusta, si la música del Ed es relajadita ¿para qué va a querer tanta parafernalia? Además hay artistas que se merecen esa crítica más que él, pero bueno…

      Lo de One Direction es triste, pero ya que estamos hablando de funas, agradezcamos que se pudieron separar en paz y no terminaron funados como buena parte de las boybands de los 90′ jaja. Además, dentro de lo positivo, gracias a eso tenemos un Harry Styles 👀

      Y Lana es un ser supremo simplemente. Aunque igual es medio tramposo porque la encuentro más indie que popera, pero te perdono solo por venir a comentar 😂

      Gracias por su visita ❤

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      1. Para mi Lana también es más indie que pop, pero ya que estaba en la publicación no estaba de más mencionarla 😂
        Lo de 1D 100% de acuerdo.

        Y lo de Ed, puedo decir por experiencia propia que su show es más que suficiente, lo vi en vivo 2 veces y mi parte favorita es cuando graba diferentes sonidos solo con su guitarra y su pedal.. después de unas cuantas grabaciones que va creando en el mismo momento mientras estás pegada en silencio notando como va construyendo una canción completa, para mí es de las cosas más hermosas y personales de su show, solo el y su guitarra.

        El presenciar en vivo que no necesita nada más que eso para cautivar a todo el público y mantenernos a todos en silencio (cosa casi imposible en Latinoamérica) es de los momentos más bellos en mi cabeza llena de recuerdos de shows en vivo, por eso me cuesta tanto dejar de quererlo 💕

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        1. Me volaste la cabeza con lo de Ed Sheeran en vivo. Me gusta su música y todo, pero nunca lo he visto ni tampoco había leído experiencias de otras personas viéndolo en vivo, ahora voy a ir a YouTube a sapear.

          Yo creo que las críticas a él van mal dirigidas. Vivimos en tiempos de grandilocuencia, y se nos olvida que no todo tiene por qué ser tan explosivo. Y si el Ed a través de sus shows intenta transmitir esa tranquilidad tan necesaria a sus fans, le aplaudo 👏🏼

          Haters gonna hate como dicen los lolos

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  2. Muy interesante Fran, me ha gustado mucho ver la evolución de la música ya en la primera década del nuevo milenio, desde la perspectiva de alguien que, como tú, ha vivido estas etapas en primera persona. Sin poder opinar mucho, coincido en que hay un cambio a partir del 2010 y supongo que es porque la sociedad ha cambiado y eso se refleja en todo. Hemos ido de unos valores mucho más comerciales y convencionales hacia otros más reivindicativos y diversos. A mí me gusta ese cambio y la nueva música surgida del mismo. No dudes en seguir haciendo posts tan ilustrativos como éste que a los de generaciones anteriores nos sirven para comprender mejor las músicas de las que hemos participado menos. Un abrazo 🤗

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    1. No sabes cuánto me llena leer este tipo de comentarios 🥺 Gracias a ti, mi Eva, por estar siempre abierta a descubrir cosas nuevas, y también por permitirte abrirte a ellas a través de mi humilde blog❤ Agradecida de que el aprendizaje sea recíproco.

      Esta vez me sorprendiste tú a mi con este comentario jaja♡

      Abrazos de vuelta!

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